Pirenarium sigue acumulando un déficit millonario. Se dan dos circunstancias que explican esta situación: de un lado la demostración de que se trata de un modelo deficitario. A pesar del esfuerzo que supone la construcción y mantenimiento de las maquetas, éstas no son aliciente para atraer a un público de pago en cantidad suficiente. La segunda remite a una falta de gestión, al menos de parte del complejo, como es el bar-restaurante que, aunque beneficios no ofrece un servicio de calidad que pueda atraer clientes por sí mismo, como sí pasa con el albergue.
El ayuntamiento de Sabiñánigo por su parte no se plantea ni el modelo de parque ni el de gestión, su única preocupación es paliar el déficit: "engordar para morir", aplazar el problema hasta mañana y el que venga detrás que arree. Desde CHA pensamos que hay que abordar el problema desde otras bases, desde el replanteamiento del conjunto y con un cambio radical de gerencia, si no queremos hundir los presupuestos municipales y con ellos la calidad de vida de los ciudadanos.
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