La Comarca del Alto Gállego tiene intención de poner en marcha una planta de biomasa para aprovechar los hipotéticos residuos de una "limpieza" forestal. Hasta aquí todo parece correcto.
La sorpresa viene a la hora de examinar el proyecto:
- En él se reconoce la inviabilidad de una planta que utilice tan sólo esos resíduos.
- Acota los bosques potenciales a una mínima parte del territorio, dejando clara la incompatibilidad de actuación y protección del medio natural.
- Elude la cuantificación del gasto que esa limpieza supondría, traspasando buena parte de los mismos a la administración, y declarando que es la parte más importante de las inversiones, pero que no son capaces de cuantificarla razonablemente. Obvia las inversiones necesarias para hacer llegar el combustible a la planta (camiones, pistas, máquinaria, personal...).
- Aboga por convertir las choperas y las riberas de la comarca en cultivos de ciclo corto, sin pensar en que esto acabaría tanto con el paisaje del que vivimos, como con el ecosistema natural.
- Define una mecánica de trabajo que deriva gastos a la administración, sin cuantificarlos, para que las cuentas cuadren.
Y un largo etcétera de un proyecto cuyos autores asumen implícitamenmte que además, lo van a llevar a cabo, con lo que se convertirían en juez y parte. Ante esta perspectiva, desde Chunta Aragonesista pensamos que se trata de vendernos un proyecto de inversiones "vestido de verde", cuyos únicos beneficiarios serían los constructores de la planta (que parecen elegidos a priori) y algún puesto de gerencia útil para políticos de medio pelo. Por todo ello no podemos sino oponernos a un nuevo gasto injustificado del presupuesto de los ciudadanos.
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